Llevo días reflexionando sobre este tema. Sobre todo desde que empezamos el curso escolar. ¿Os habéis fijado en la cantidad de anuncios y publicidad sobre sustancias facilitadoras del sueño en niños?
Cada vez se normaliza más el uso de medicamentos y sustancias para facilitar el sueño en los niños. Las dificultades para dormir en niños y adolescentes son un problema frecuente y común, que afecta cada vez a más familias. En la mayoría de ocasiones el tratamiento a seguir en estas situaciones se basa primero en la modificación de los hábitos y en algunas situaciones en el uso de terapias cognitivo-conductuales. Sin embargo, cada vez más se observa el uso de Melatonina como sustancia inductora del sueño.
La melatonina es una neurohormona que se encuentra en manera natural en el cuerpo. Es la hormona del sueño. No obstante, la melatonina que se usa como medicamento está elaborada en un laboratorio.
El Dr. Sans, experto en medicina del sueño de la Unidad de Trastornos del Sueño. del Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, considera que “es especialmente importante saber con qué fin damos la melatonina. La melatonina sirve para facilitar el inicio del sueño y también para regular el ciclo de vigília – sueño de los pacientes. No sirve, por tanto, en todos los trastornos del sueño y debe ser utilizada con prudencia y siempre bajo supervisión médica” (aunque se considera un complemento alimenticio y se puede adquirir en la farmacia sin receta médica).
La Melatonina no debería emplearse como único tratamiento contra el insomnio. Se debe realizar una mejora de la higiene del sueño, cuidar el ambiente donde duerme el niño, controlar las horas de exposición al sol (imprescindibles para la segregación de melatonina) y tener en cuenta la alimentación y la actividad física.
Únicamente después de conocer al bebé, al niño o adolescente y a su familia y que estos compartan su dinámica familiar podremos establecer si existe una alteración del sueño.