Uno de los problemas más habituales con el que se encuentran los docentes y los padres son los trastornos de aprendizaje. Niños sin afectación neurológica o sensorial detectable, con una inteligencia dentro de los límites de la normalidad y que, a pesar de contar con una buena estimulación tanto por parte de la escuela como de la familia, y frecuentemente, con un refuerzo adecuado, no consiguen satisfacer los objetivos que para su edad mental y curso académico se les exige.
Los niños que sufren trastornos de aprendizaje y no son diagnosticados ni reeducados en edades tempranas estarán abocados al fracaso escolar y a sufrir trastornos emocionales asociados a su trastorno.
SIGNOS DE ALARMA
- Historia familiar de problemas disléxicos y de aprendizaje (padres, hermanos, otros familiares).
- Retraso al aprender a hablar con claridad.
- Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
- Carencia de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo, los colores.
- Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial. (arriba- abajo, encima-debajo, etc…).
- Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
- Dificultades para distinguir la izquierda de la derecha.
- Dificultades para aprender el alfabeto, las mesas de multiplicar y en general retener secuencias como los días de la semana, los meses del año, las estaciones del año, los nombres de los dedos de la mano, etc…
- Continuados errores de lectura.
- Forma extraña de escribir, con omisiones de letras o alteraciones de la orden de las mismas.
- Se defienden con la mecánica de las operaciones aritméticas, pero no entienden los problemas matemáticos.
- Dificultad para copiar cuidadosamente de la pizarra y/ o del libro.
- Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
- Dificultad en el aprendizaje de las lenguas extranjeras.
- Desorganización a casa y en la escuela
- Aparición de conductas disruptivas o inhibición progresiva.
- Baja autoestima.
- Problemas de memoria a corto plazo
- Problemas de atención.
- A veces depresión.
Recomendaciones para padres:
El papel más importante que deben cumplir los padres de niños disléxicos debe ser el apoyo emocional y social. El niño debe saber que los padres comprenden sus dificultades de aprendizaje. Esto incluirá tener que dar explicaciones sobre sus dificultades disléxicas con frecuencia.
Es importante recordarle y manifestarle que se le quiere y evitar al máximo la ansiedad y la preocupación del niño.
El colegio també juega un papel muy importante en el tratamiento de la dislexia.