DISCIPLINA POSITIVA, CRIANZA NATURAL, EDUCACIÓN RESPECTUOSA O BUSCANDO LO QUE SE PIERDE

Después de muchos años dedicados a la docencia asisto sorprendida al auge de las Pedagogías Alternativas, muchas de ellas (Montessori, Waldorf, Pikler Lóczy, etc..) con más de un siglo de vigencia y al nacimiento de otras corrientes Educativas. Todo ello responde al inmenso malestar que muchas familias y profesionales sentimos hacia la Escuela Tradicional.

En este post os voy a hacer un pequeño resumen de las principales corrientes educativas que abogan por el respeto a la infancia.

La Disciplina Positiva es una filosofía de vida que tiene por principio el respeto mutuo y las necesidades tanto del niño como del adulto. Educar desde la Disciplina Positiva implica educar con amabilidad pero con firmeza. Se aleja del autoritarismo y del castigo porque con estas actitudes no se genera una atmósfera de conexión. Los adultos tenemos verdaderas dificultades para renunciar al castigo, probablemente herencia de nuestra propia educación. Una de las premisas básicas para llevar a cabo este tipo de Disciplina es conseguir conectar con nuestro propio yo, analizar cómo nos han educado, qué esperaban de nosotros y observar si estamos reproduciendo patrones sin profundizar ni ir más allá.

La Crianza Natural busca entender los mecanismos adaptativos para que comprendamos mejor a nuestros hijos y alumnos y sepamos por qué actúan como lo hacen y cómo ayudarles en su adaptación en lugar de entorpecerla. Por eso hablo de recuperar algo esencial o simplemente de buscarlo si todavía no lo habéis encontrado: el vínculo afectivo entre el niño y el adulto. Y es en este momento que aparece la Crianza con Apego, que defiende que dar el pecho a demanda no es malcriar, que permitir a los bebés dormir junto a sus padres no es malcriar y que dejar llorar a un niño para que aprenda a dormir solo es una salvajada que no enseña más que a ser un niño inseguro.

La Crianza Natural nos recuerda que no podemos establecer un Vínculo Positivo con el niño si los padres no se sienten seguros de sí mismos, tranquilos, empoderados y felices.

La Crianza Respetuosa se define como un modo de entender la educación, un sistema o una forma de  enseñar a vivir al niño. Se fundamenta principalmente en manifestar amor, empatía y respeto. Las personas que practican la Crianza Respetuosa profesan un gran respeto a la infancia, consideran al niño como centro de aprendizaje, el adulto actúa de acompañante, no dirige, y se respetan los ritmos del niño.

En las Escuelas Respetuosas, no se ponen “deberes” para casa, no se califica mediante exámenes, no existe la silla de pensar.

En resumen, todas estas corrientes comparten una mirada amorosa y cuidadora hacia el niño, confiando en sus plenas capacidades, con una mirada comprensiva, marcando límites claros y flexibles.

 

Sé el cambio que quieres ver en el mundo. Gandhi